Augusto

Primer emperador de Roma, en el bimilenario de su muerte
Con 77 años de vida y 40 de gobierno, Augusto muere en 14 d.C. Una fecha rememorada en dos exposiciones: la primera, ya celebrada, en las Caballerizas del Quirinal de Roma que acabó en febrero de 2014, y seguidamente en Francia, en las Galerías Nacionales del Grand Palais de París, del 19 de marzo al 13 de julio de 2014. Sendos contenidos repasan las etapas de la fulgurante biografía personal y política de Augusto en paralelo con el nacimiento de una nueva era histórica.
Ya otra gran exposición, la Mostra Augustea della Romanità, tuvo lugar en la Italia fascista de 1937 cuando se cumplían los dos mil años del nacimiento del primer emperador de Roma, para subrayar la importancia de la romanización en todos los territorios conocidos hasta entonces.
Asimismo cabe citar la organizada en Berlín en 1988, Augustus und die verlorene Republik, según un proyecto de Eugenio La Rocca, catedrático de la universidad La Sapienza de Roma, que analizaba muchos aspectos del ocaso de la República y el alba del Principado.
El Greco

Un rupturista y renovador del arte de su tiempo
Comienza el presente año con una importante conmemoración: la del IV Centenario de la muerte del Greco. Efeméride que está plagada de actos programados para 2014 bajo la denominación de “Año del Greco” y que traerá a varios museos de nuestro país y, en particular, a Toledo gran parte de la producción pictórica del artista cuya creación se estructura en tres períodos: cretense, italiano y español. Sin duda, esta celebración hará historia, será un hito en la revisión e itinerarios del artista y para su última morada, Toledo. Por nuestro país, a lo largo de 2014, pasarán casi todas las obras pintadas y catalogadas del artista cretense-español.
Pontormo

Dibujos
El arte del Cinquecento halla en Jacopo Carucci, conocido como Pontormo, uno de sus máximos exponentes del Manierismo italiano. Esta grata y oportuna muestra en Mapfre, ya que se cumple ahora el 520 aniversario de su nacimiento, viene a descubrirnos los misterios y la manera de hacer arte de un genio que aunque visto por los demás como un personaje difícil y maldito, por su carácter neurótico y melancólico, se ganó el reconocimiento de maestros como Miguel Ángel y de los artistas de su entorno. El dibujante y pintor se formó con artífices de la talla de Leonardo da Vinci, Andrea del Sarto y Piero di Cosimo. De hecho, si echamos una mirada a los 60 dibujos de esta exposición, elaborados en su mayoría con lápiz negro y rojo, además de otras técnicas en las que utiliza tiza blanca, pluma, aguada y sanguina, nos resulta inevitable asociar su arte con el de los grandes maestros renacentistas.
Josef Albers

Medios mínimos efectos máximos
No tenemos ningún reparo en afirmar que nos hallamos ante una de las exposiciones de mayor interés de la actual temporada expositiva. Hacía años que se venía echando en falta una revisión de su creación en nuestro país. Más aún, cuando por aquí pasaron muestras de artistas vinculados a la Bauhaus e incluso el Museo Reina Sofía exhibió en fechas no lejanas una selección de trabajos de este pintor y diseñador alemán surgidos durante unos cursos en el experimental Black Mountain College de Estados Unidos, país al que emigró.
Picasso. En el taller

Espléndida mirada ésta que Mapfre nos ofrece ahora de la producción picassiana procedente de los distintos talleres del artista. Piezas, que por su carácter y temática, vienen a hacernos partícipes de la intimidad y del entorno familiar y de amistades de Picasso, pues entre las más de 150 obras expuestas, entre óleos, dibujos, grabados y fotografías, además de alguno de sus autorretratos, de vistas del interior de sus talleres e incluso retratos de distintos miembros de su familia, también se exhiben una decena de paletas, mesas y otras herramientas empleadas por el artista. Abre la muestra un espléndido “Autorretrato con paleta” que Picasso pintó en 1906. A esta obra le siguen bodegones, panorámicas intimistas de interior y vistas del taller concebido como espacio de experimentación, todas piezas que van del cubismo al clasicismo de principios de los años 20. Continúa la muestra con trabajos donde la modelo se constituye en centro iconográfico del taller.