
El gran hotel Budapest

De Wes Anderson se puede esperar cualquier cosa, desde arrebatos de ingenio consumistas fallidos como “Life Acuatic”, como películas de medio pelo como “Academia Rushmore” a esta grandiosa y sorprendente “El gran hotel Budapest”, un cautivador y también desmitificador, por lo que tiene de liberador, relato de la Europa entre guerras.
El argumento nos lleva al epicentro del continente. El protagonista es Gustave H., un conserje de un famoso hotel europeo. Éste entabla amistad con un joven al que convierte en su protegido, algo que no se sabe si es bueno o malo, ya que se meten de cabeza en el robo y la recuperación de una pintura renacentista que tiene un valor incalculable. Paralelamente una familia se enfrenta entre sí por una inmensa fortuna. Y todo ello sucede mientras la Historia les pisa los talones. A través de la alta comedia Anderson hace un fresco muy particular de la sociedad del momento mediante unos seres caricaturizados, aunque sus sentimientos son muy reales, eso sí, plasmados con trazo grueso, para confirmar una sátira de gran enjundia.
El director echa mano de su poderío visual: arbitrarios movimientos de cámara que no lo son tanto, un montaje rápido, el uso del zoom como revulsivo para la historia y que intenta mostrar el estado anímico de los personajes, todos desbaratados por su ansia de poder, su codicia, su falta de empatía por el prójimo… Lo más seductor es el atrevimiento de Anderson al mostrar un momento tan delicado de la historia del siglo XX para convertirlo en una comedia alocada sin complejos. Indirectamente, o quizá con toda intención, lo que busca es enseñar al espectador la inconsciencia de las personas que vivían aquellos años, ajenas, voluntariamente o no, al desastre europeo que estaba por venir. La película respira irreverencia, ligereza y frescura, giros argumentales impredecibles y un gran sentido del humor. Lo que no se entiende es cómo pasó inadvertida en las quinielas finales de los Oscar. Quizá por sus hechuras de comedia que no se da ninguna importancia.
Esta inmensa parodia plagada de nostalgia se beneficia de uno de los repartos más sólidos de los últimos tiempos con Ralph Fiennes, Jude Law, Edward Norton, Jeff Goldblum, Adrien Brody, Tilda Swinton… Grandes nombres de la interpretación para una película aparentemente pequeña.©
EL GRAN HOTEL BUDAPEST
Director: Wes Anderson
Intérpretes: Ralph Fiennes , Edward Norton
Cecilia García
Colaboradora de la revista Crítica - Cine -.

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