El concilio, un tesoro escondido

Relatos y experiencias de laicos
Luis Fernando Vílchez, editor de la obra.
Autores: Carmen Guaita, José Antonio Arnal y Joaquín Perea.
Editorial San Pablo, Madrid 2014.
Siguiendo una metodología de investigación científica, El Concilio, un tesoro escondido ha querido recoger los testimonios y las experiencias de los laicos y constatar cómo el Concilio les marcó en su construcción personal como creyentes. El libro recoge las aportaciones de aproximadamente cien seglares de diversos lugares de España, que coinciden en afirmar que el Vaticano II sigue siendo un gran tesoro no explorado del todo, muchas de cuyas grandes propuestas siguen teniendo vigencia para responder a los grandes retos a los que la Iglesia se enfrenta hoy día: la increencia (frente a lo cual es necesario el encuentro entre las religiones), la ausencia de Dios y del sentido trascendente de la vida, los grandes problemas de la humanidad, como el hambre, la desigualdad social o la pobreza.©
Gracias, Finlandia

Gracias, Finlandia es un libro dirigido a ciudadanos preocupados por la mejora de la educación en nuestro país. Aquellas personas que ven con asombro y preocupación las cifras de fracaso escolar cercano al 20% y del abandono escolar del 30%. Quizás intuyan cuáles sean las posibles causas; El autor proporciona en este libro las claves y el posible camino a seguir, sin basarnos en la mera imitación, conscientes de nuestra propia idiosincrasia.
Siendo imposible obviar el problema, está claro cuál es el camino, si ya se hizo en la década de 1970 cuando España desarrolló uno de los mejores sistemas sanitarios a nivel mundial, es hora de sentarse y hacer lo propio por la educación, donde se comience por no valorar como un gasto, sino como una inversión de futuro, en el que se modifique su estructuración, se elimine la burocracia que contamina ésta y otras muchas facetas de nuestra democracia; Se deberían eliminar las contiendas políticas y la forma de proceder entre reformas educativas que oscilan entre los colores de los partidos.
Una teología arrodillada e indignada

Es una obra densa de contenidos que recoge el trabajo de reflexión realizado durante más de treinta años por el Centre d’Estudis «Cristianisme i Justícia» de los jesuitas de Cataluña.
El punto de partida es la afirmación categórica de que fe cristiana y justicia son indisociables. No se trata de la justicia como una ética que se deduce de la convicción de la fe en Jesús, sino de la misma sustancia de esa fe: la justicia es un tema teológico para la fe cristiana. «Justicia» es uno de los nombres de Yahvé (Jr 23,6) y Jesucristo es para los cristianos «Justicia de Dios» (1 Cor 1,30).
La verdad sobre el caso Harry Quebert

De “La verdad sobre el caso Harry Quebert” se puede afirmar ante todo que es una buena novela de intriga, donde abundan las pistas, tan magistralmente dosificadas que no es fácil prever el final. El elemento sorpresa –imprescindible en todo relato de intriga– predomina no sólo al final, sino a lo largo de toda la historia. Un hecho triste es el eje de toda la acción: la desaparición de una menor –Nola– en el verano de 1975, suscitando preguntas sin respuesta, ¿qué ha pasado?, ¿dónde está? Hasta que aparece fortuitamente el cadáver de la niña 33 años después, en 2008, y son otros los interrogantes, ¿quién lo hizo, cómo, por qué?
De ahí que la estructura de la novela se desarrolla alternativamente entre 1975 y 2008 dándonos a conocer la doble investigación con sus lagunas, sus fracasos –son muchos los posibles asesinos de la niña que se van dibujando–, y sus penosos avances. La repetición de la fecha fatídica 30 de agosto 1975 desde la visión de cada personaje es exhaustiva.
Del estafador al corrupto:

Galería de canallas literarios, de Lope de Vega a Rafael Chirbes
Hay unas constantes en el personaje del estafador, del filibustero de la inocencia ajena, en la historia de la literatura. En primer lugar, su vida criminal se erige sobre el disimulo y la máscara. Su dialéctica interna se asienta sobre una impostura tan bien construida que en muchas ocasiones los protagonistas llegan a convencerse de sus propias argucias.
La idea del estafador y el corrupto que han puesto en la palestra mediática las correrías de algunos de nuestros políticos y directivos de las cajas de ahorros ha evolucionado desde un origen algo distinto. En el siglo XVII, el estafador estaba revestido de un significado más positivo. Por ejemplo, el concepto de chevalier d’industrie en los países de habla francesa estaba cercano al del aventurero de ingenio, el hombre de fortuna o caballero audaz, un concepto que desarrolló de forma magistral Hervey Allen en Anthony Adverse (1933).