
Virtudes frágiles

El pasado mes de agosto se estrenó en Telecinco "Frágiles", una nueva serie de médicos. En este caso el protagonista es un fisioterapeuta –creo que también psicólogo– que, en cada episodio, intenta solucionar los problemas físicos o morales de algún paciente casi tan peculiar como él mismo. Pablo, el fisio, es un compendio de virtudes: honradez, sinceridad, responsabilidad, comprensión, autodominio, compasión, entrega al servicio del prójimo... O sea, lo más aproximado a un perfecto cristiano o a lo que podría entenderse como el ideal moral de un cristiano. Claro que Pablo no es cristiano o, si lo es, nada lo trasluce. Según un crítico de "El País" la serie es optimista y esperanzada. A mí no me lo parece. Cierto es que los casos se resuelven bien, de un modo positivo y que los pacientes mejoran o se curan de sus dolencias, casi siempre un poco rarillas. Sin embargo –cosas de la sensibilidad de una– cuando termino de ver cada episodio (se emite los jueves a las 22.30 h.) me quedo como chafada, como que no me convence, como quien lee un majadero libro de autoayuda, pongamos por caso. Para más fastidio, se ha introducido eso, tan de moda en algunas series americanas –por ejemplo en "Mentes Criminales"– que consiste en una voz en off con las reflexiones más o menos profundas del protagonista. Digo para más fastidio porque esas "trascendentes" cogitaciones son bastante baratas, al estilo de esos power point empalagosos que a veces llegan a nuestro ordenador con hermosas postales y frases genuinamente idiotas, verdades de Perogrullo, tontadas acerca de la felicidad y vaguedades orientales.
Resumiendo: lo que vende la serie es esa ética occidental, compartida por la mayoría de la población, que ignora sus raíces cristianas y como consecuencia parece brotar del vacío o sustentarse sobre la nada. Virtudes admirables... sin otro asidero que el sentimentalismo o en el mejor de los casos una conciencia del bien y del mal que no se ha tomado la molestia de repensarse. El para qué de las acciones éticas del protagonista (y de algunos secundarios) es, claro está, el bienestar del paciente. Así, el bienestar físico, afectivo, anímico, etc., es el absoluto, la única finalidad de la vida: del paciente, por supuesto, pero también del altruista fisioterapeuta. Y no hay mas preguntas y si en algún momento aparece algún interrogante sobre culpa, perdón, mala conciencia, es mejor que se diluya.
El porqué ni está ni se le espera. A la moral secular no le hace falta encontrar un fundamento: practica virtudes sin raíz y no aguarda juicio alguno fuera de sí misma. Es "autosuficiente", es decir, precaria y frágil.©
Virginia Fernández Aguinaco
Colaboradora de la revista Crítica - Televisión -.

Comprender el dolor
La ayuda en situaciones de catástrofe, el manejo emocional ante el dolor ajeno, el dolor en las grandes religiones, la representación del dolor en el cine, en definitiva, un mosaico de perspectivas con las que pretendemos comprender el dolor.
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