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Afrontar el miedo desde el "coaching"

Escrito por: Alfonso Alonso
Enero - Febrero 2012

Para abordar el miedo desde el Coaching, hay primero que definir qué es el Coaching. Según la International Coach Federation (ICF), el Coaching profesional consiste en una relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas. Mediante el proceso de Coaching, el cliente (coachee) profundiza en su conocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su calidad de vida.

En cada sesión, el coachee elige el tema de conversación mientras el coach escucha y contribuye con observaciones y preguntas. Este método interactivo crea transparencia y motiva al coachee para actuar. El Coaching acelera el avance de los objetivos del coachee, al proporcionar mayor enfoque y conciencia de sus posibilidades de elección. El Coaching toma como punto de partida la situación actual del coachee y se centra en lo que éste esté dispuesto a hacer para llegar a donde le gustaría estar en el futuro, siendo conscientes de que todo resultado depende de las intenciones, elecciones y acciones del coachee, respaldadas por el esfuerzo del coach y la aplicación del método de Coaching.

En segundo lugar, definimos el miedo, que según Redorta (2006, pg. 67) “es la emoción que se experimenta ante un peligro real e inminente. El miedo es activado por amenazas a nuestro bienestar físico o psíquico.”

En una sesión de Coaching, es importante saber los motivos y las motivaciones por las cuales el coachee siente miedo. Asumiendo que una fobia no la puede curar un coach. Cuando un coachee se somete a un proceso de Coaching, el coach tiene que buscar esos motivos y motivaciones necesarias para que el coachee salga de su “zona de confort” en la que habita. O lo que es lo mismo, su forma de vida o hábitos.

El coach tiene que entender, por un lado, que en un proceso de Coaching, todas las ideas negativas tienen origen en algún temor, éste puede ser, racional o irracional. Y por otro, que a la mayoría de las personas les gusta la emoción del riesgo y de desafío. Obviamente, el riesgo debe de estar controlado, y el desafío debe ser alcanzable.

El miedo en el Coaching, suele estar relacionado con el miedo a salir de la “zona de confort”, dicha zona es la que domina el coachee. En este sentido, la zona de confort está fijada por pensamientos que limitan, los cuales paralizan cualquier tipo de cambio. Se trata de la renuncia a tomar decisiones. Si no se toman decisiones, no se genera acción, y por ende, no hay cambio.

¿A qué tiene miedo el coachee?

Tal y como expresa Tolle, (2001, pg. 53) “La mayor parte del sufrimiento humano es innecesario. Es creado por uno mismo mientras la mente no observada maneje nuestra vida”. Es decir, son las expectativas creadas, relacionadas con unas consecuencias que en la mayoría de los casos no suelen llegar a producirse jamás, las que producen un sufrimiento absurdo. Es lo que se denomina como, miedo irracional. O lo que es lo mismo, peligros que no son reales basados en estímulos reales.

Hay cuatro tipos de representaciones que el coachee manifiesta, dichas representaciones son respuestas del organismo ante el miedo. A saber, la emocional, la cognitiva, la conductual y la fisiológica. En todo momento el coach tiene que estar atento a estas señales que el coachee realiza para que el proceso de Coaching sea fructífero.

Según Mumford y Diez (2009, pg. 83-85) el coachee tiene cuatro tipos de temores: el fracaso, la vergüenza, el rechazo y el triunfo:

  • El fracaso, por la preocupación de fallar a los demás, o no considerarse lo suficientemente bueno en la realización de algún cometido.
  • La vergüenza, por no parecer inútil, estúpido o simplemente por no querer hacer el ridículo.
  • El rechazo, como anhelo de ser amado y apreciado. De ahí la necesidad de agradar a los demás.
  • Al triunfo, que aunque parezca extraño, las personas en muchas ocasiones no quieren destacar, y prefieren ser “como todo el mundo”. Perciben el triunfo como sentirse aislado… porque los demás te envidian.

No deja de ser una ironía el saber que para mitigar el temor, hay que enfrentarse a él y vivenciarle.

¿Cómo puede superar el coachee el miedo?

El esquema mental del coachee consiste en generar un ciclo o circulo vicioso. Según Ravier (2005, pg. 222-223) en cita a Linares, cuando dudamos de nuestra capacidad para triunfar o suponemos que algo va a ir mal, estamos creando una profecía autorrealizada: si anticipamos que va a suceder algo, en realidad estamos ayudando a que suceda. Por desgracia, en los deportistas esto es frecuente. Las profecías autorrealizadas negativas son barreras psicológicas que provocan un círculo vicioso: la expectativa de fracaso conduce a un fracaso real, lo que rebaja la autoimagen e incrementa las perspectivas de fracasos futuros.

El coach tiene que irrumpir en el ciclo vicioso, para dar paso al ciclo o círculo virtuoso.

Se trata de hacerle ver al coachee de otra forma, ponerle unas gafas distintas de las que actualmente está usando. Descubrirle otra forma de observar. Demostrarle que no existen preguntas estúpidas, solamente se trata de responder a determinadas inquietudes, que son legítimas, pero que no se atreve a preguntarse a sí mismo porque: o no encuentra la pregunta, o tiene miedo a responderse.

Pensar, sentir y actuar con miedo contínuamente es poco práctico o eficiente. Y además de eso, consume mucha energía, desgasta mucho porque el coste emocional que tiene es muy alto. Si esto es así desde la lógica y si, además, el razonamiento es correcto, ¿por qué el coachee sigue pensando, sintiendo y actuando con miedo?

La respuesta es simple y sencilla. Pero antes hay que aclarar cómo se pasa del círculo vicioso al círculo virtuoso.

Si el ciclo vicioso consiste en la perdida de autoestima, confianza y autocreencia, el ciclo virtuoso es su opuesto. Es decir, consiste en generar pensamientos positivos, no extremistas del tipo “todo o nada”, evitando las generalizaciones y con la visión espacio-temporal puesta en el “aquí y ahora”. Por lo tanto, el coach tiene que identificar los pensamientos y emociones que sirvan de acicate para la acción que conlleve al cambio. Sin embargo, activar el cambio, es muy complicado.

El paso del círculo vicioso al círculo virtuoso es la única forma que tiene el coachee de superar el miedo.

¿Por qué el coachee actúa como actúa?

Gallwey (2010, pg. 124-126) define “la teoría del surco” en lo que respecta a los hábitos, en la que explica que una forma de actuación aumenta la probabilidad de que se vuelva a reproducir dicha actuación. Es decir, las pautas, llamadas surcos, tienen tendencia a repetirse. Y cuanto más se repite la pauta, el surco se hace más profundo. Por tal motivo, es muy complejo salir de los “surcos mentales” que son muy profundos. De hecho, un hábito adquirido es muy difícil de romper. Tanto es así, que el autor comenta que “normalmente la batalla sólo se gana, si es que se gana, después de mucha lucha y frustración, y después de un largo tiempo… es como salir de una zanja. Sin embargo, existe una forma más natural de hacerlo. Un niño no intenta salirse de un nuevo surco, ¡simplemente comienza uno nuevo!

Además de la teoría del surco, está la que define Ariely (2009, pg. 157-159) que es “la teoría de mantener las puertas abiertas”. Consiste en distraerse en alcanzar el principal objetivo por estar atento a otras opciones. Se lucha por mantener abiertas todas las posibles opciones, en vez de centrarse en el objetivo. Es el tipo de pensamiento de: “por si acaso…”. Tal y como lo expresa el autor, consiste en ir corriendo de aquí para allá entre cosas que podrían ser importantes, para olvidamos de dedicar el tiempo suficiente a lo que ciertamente lo es.

Como decíamos, pensar, sentir y actuar contínuamente con miedo es poco práctico o eficiente. Sin embargo, el razonamiento del coachee consiste en pensar, sentir y actuar con miedo “por si acaso” surge algún imprevisto que descontrole todo lo que estaba “previsto”. El coachee evoca el miedo frente al futuro y también frente a sus consecuencias. Lo que retroalimenta a su vez ese círculo vicioso.

Nadie tiene la capacidad de anticiparse al futuro. Lo que sí se pueden hacer son estimaciones de futuro teniendo en cuenta, y esto es lo realmente importante, que los imprevistos van a surgir. El futuro es incierto. Tratar de anticiparse es bueno, lo que no merece la pena es vivir con agonía continuamente por un futuro que ciertamente es desconocido… ¿alguna persona sabe el día y la hora exacta de cuándo se va a morir?

El concepto de cambio: acompañar al coachee a cambiar de surco

Según Launer (2007, pg. 36-38) en cita a Bateson, hay dos tipos de cambio en las personas.

Los cambios de nivel 1 se corresponden con la homeostasis. Son aquellos que permiten a un sistema, a un ser vivo, mantener el equilibrio, su homeostasis, en un entorno dinámico. Las modificaciones se efectúan al nivel de los elementos de un sistema y dependen de la aptitud de éste para efectuar acciones autocorrectivas sobre los elementos internos y externos que pudieran amenazar su equilibrio. Por tratarse de acciones a posteriori, hablamos de retroacción.

El término homeostasis proviene inicialmente de la biología, y, en definitiva, se trataría de poder cambiarlo todo para que nada cambie.

La característica de los cambios de nivel 2 es que el propio sistema se modifica o resulta modificado. La autora expone el siguiente ejemplo: al acometer una rampa desde un automóvil, el cambio de nivel 1 consistiría en acelerar el motor. El resultado será que el coche irá cada vez más despacio, hasta que el motor se pare. El cambio de nivel 2, por el contrario, consistirá en reducir la marcha, cambiando a una más corta, lo cual permitirá al vehículo actuar progresivamente e ir cogiendo velocidad cuesta arriba. Continúa explicando que, en un sistema humano, para poder efectuar cambios de nivel 2 es necesario modificar las reglas internas de funcionamiento. Para ser efectivo, el cambio de nivel 2 requiere previamente una nueva visión de la realidad, un cambio de premisas, de hipótesis básicas o de presuposiciones. Y también, por supuesto, una revisión estricta de las ideas preconcebidas.

En definitiva, el cambio es inevitable, y por lo tanto, se puede conseguir cambiar. Lo que significa, que el coach puede tocar la tecla correcta que lleve al coachee a la acción… No es tarea fácil, pero sí alcanzable.

Herramientas del coach para ayudar al coachee a superar el miedo

Para Aranda (2010, pg. 233-241) son imprescindibles, y aclara que no únicas, dos tipos de herramientas: las personales y las del proceso.

Las herramientas personales son: Acompañar, Aceptar sin enjuiciar, Confiar en la capacidad del coachee, Atribuir valor, Focalizar el proceso, Otorgar el protagonismo al coachee y Auto-revisarse.

Las herramientas del proceso son: Garantizar la confidencialidad, Generar confianza, Facilitar aprendizaje, Favorecer permisos, Cuestionar, Conversar, Sintonizar la comunicación, Escuchar empáticamente, Preguntar, Mantenerse en silencio, Cambiar la perspectiva, Retar a nuevas posibilidades de acción, Mover al futuro (en el sentido de hacer cosas diferentes), Acordar compromisos.

Con las herramientas adecuadas y un buen coach, se puede ayudar al coachee a superar el miedo. Éste, suele estar anclado en suspensamientos limitadores y negativos. Y, además, el coach debe ser consciente del aforismo: “no es posible cambiar sin hacer nada por cambiar”.©

 BIBLIOGRAFÍA 

Ariely, D. (2009). Las trampas del deseo. Cómo controlar los impulsos irracionales que nos llevan al error. Ariel. Barcelona.
Bayón, F. et als. (2010). Coaching Hoy. Teoría general del Coaching. Editorial universitaria Ramón Areces. Madrid.
Gallwey, T. (2010). El juego interior del tenis. 3ª Ed. Sirio. Barcelona.
Launer, V. (2007). Coaching. Un camino hacia nuestros éxitos. Pirámide. Madrid.
Mumford, J. y Diez, A. (2009). Coaching para dummies. 2ª Ed. Granica. Barcelona.
Ravier, L. (2005). Arte y Ciencia del Coaching. Su historia, filosofía y esencia. Dunken. Buenos Aires.
Redorta, J. (2006). Emoción y Conflicto. Aprenda a manejar las emociones. Paidós. Barcelona.
Tolle, E. (2001). El poder del Ahora. Un camino hacia la realización espiritual. Gaia. Madrid.


Alfonso Alonso

Socio Director de Advanced Strategic Consulting


 

 

Repaso a nuestros miedos

Repaso a nuestros miedos

¿Qué es el miedo? ¿Cuál es su origen? ¿Son diferentes los miedos de la mujer y del hombre? La construcción social del miedo; El miedo en niños y adolescentes; El miedo desde la perspectiva de la fe; Miedo y pobreza; Miedo y vejez; El cine y el miedo; Miedos cotidianos; El miedo a la muerte, al fin del mundo... En éste monográfico trataremos de dar respuestas a los interrogantes y tratar el miedo desde todas las vertientes.


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