Revista Crítica

Usted está aquí: Inicio La Revista Monográfico Enfoque Energía 3.0, un modelo de energía sostenible para todos

Energía 3.0, un modelo de energía sostenible para todos

Escrito por: José Luis García Ortega
Julio - Agosto 2012

En el año internacional de la energía sostenible para todos, se plantea cómo conciliar las necesidades de energía de una población creciente con los límites de sostenibilidad físicos del planeta, algo que puede parecer tan difícil como lograr la cuadratura del círculo. Energía sostenible sería aquella que permita satisfacer esas necesidades sin poner en riesgo la capacidad del resto de seres vivos y de las generaciones venideras de satisfacer las suyas.

No podremos contar con las fuentes de energía de las que se nutre mayoritariamente la humanidad en la actualidad, los combustibles fósiles, ya que con solo quemar una cuarta parte de las reservas conocidas se produciría un cambio climático al que la mayoría de las especies, y entre ellas miles de millones de seres humanos, no podrían adaptarse. Tampoco podríamos contar con la energía nuclear, no solo porque su capacidad real de proporcionar energía es muy limitada y por el prohibitivo coste de pretender su desarrollo a gran escala, sino sobre todo por la magnitud de los peligros que conlleva, tanto a corto (accidentes, proliferación de armamento...) como a largo plazo (residuos de muy larga duración).

¿Son posibles las energías renovables?

La solución hace tiempo que está identificada: para frenar el cambio climático y lograr un modelo energético sostenible necesitamos sustituir completamente los combustibles fósiles y la energía nuclear por energías renovables y eficiencia. Pero automáticamente surge una pregunta ineludible: ¿Es posible?

Greenpeace ha elaborado la serie de informes “[R]evolución Energética” para demostrar que existen soluciones para satisfacer nuestras necesidades energéticas dentro de los límites de sostenibilidad del planeta en el que vivimos, y que es posible ponerlas en marcha con la urgencia que se requiere. En estos informes se muestra cómo el mundo puede reducir sus emisiones de CO2 hasta los niveles necesarios para evitar los peores impactos del cambio climático.

Estos estudios se han complementado con otros más detallados en España, para analizar con mayor precisión hasta dónde podría llegar esa [R]evolución Energética en nuestro país. Los resultados se han presentado en varios informes. El primero de ellos, “Renovables 2050”, concluyó que tenemos un potencial renovable tal, que sería capaz de abastecer más de 56 veces la demanda eléctrica para 2050 de la España peninsular. El segundo estudio, “Renovables 100%”, demostró que un sistema eléctrico basado completamente en renovables es técnicamente posible y económicamente asequible, con total garantía de suministro en todo momento.

Tras ello se realizó el estudio “Energía 3.0”, que es un paso más en estos análisis. En él se aborda cómo satisfacer exclusivamente con renovables no sólo el consumo de electricidad, sino todas las necesidades de energía en todos los sectores (transporte, edificación, industria, etc.) en la España peninsular, y cómo hacerlo de forma más fácil, rápida, sostenible y asequible gracias a la eficiencia energética y la inteligencia. El estudio demuestra que un sistema energético basado en la eficiencia, en la inteligencia y 100% renovable es técnicamente viable, y que además es muy favorable comparado con el supuesto de seguir como hasta ahora, desde todos los puntos de vista: técnico, económico, ambiental y de ocupación del territorio.

El planteamiento básico es el de la Sostenibilidad

El crecimiento económico basado en el consumo ilimitado de productos y recursos no es posible. Mantenerlo acabaría, tarde o temprano, con todo el potencial de generación renovable en España. En este estudio se ha planteado un escenario de atenuación del crecimiento que refleja, aunque de forma conservadora, esta tendencia. De este modo, si bien dentro del periodo considerado (2007–2050) mantiene tasas de crecimiento económico bastante constantes, evoluciona hacia un crecimiento cero en torno a 2250. Una tendencia a la baja del crecimiento económico no tiene repercusiones en la tasa de bienestar de la sociedad: el bienestar se mantiene, pero ya no depende del crecimiento económico.

El modelo Energía 3.0 incorpora tres ideas clave. La primera es la urgencia de actuar para evitar los peores impactos del cambio climático, por lo que resulta evidente que los cambios progresivos (poco a poco) no nos van a permitir reducir a tiempo las emisiones. Por eso el estudio introduce el concepto de cambios en escalón, es decir, saltos que permiten avanzar más rápido, rompiendo la tendencia. La incorporación de inteligencia constituye el ingrediente fundamental para activar estos mecanismos de respuesta rápida que nos aparten de la trayectoria actual.

La segunda idea clave es la inteligencia. La tecnología introduce inteligencia en el sector energético a través de redes eléctricas, edificios o sistemas de transporte inteligente. Un ejemplo de incorporación de inteligencia en el sistema energético es la participación activa de la demanda, es decir, de los usuarios de la energía, en la operación y gestión del sistema energético, lo que proporciona una gran flexibilidad al sistema y lo hace más eficiente. Aunque el estudio se centra en la parte tecnológica, la introducción de inteligencia es necesaria en todos los sistemas: político, administrativo, social y económico.

La tercera clave es la integración y electrificación. El sistema energético de Energía 3.0 está integrado, lo que significa que todos los sectores que consumen energía (transporte, edificación, industria, etc.) interactúan, comparten recursos e intercambian energía. El mejor vector para esa integración es la electricidad, que tiene que ser de origen renovable. Con la tendencia de los últimos años de incorporación de renovables, en un plazo de tiempo muy breve se podría disponer de sistemas eléctricos con coeficientes de emisiones muy bajos. Por ello la electrificación de los distintos sectores energéticos puede constituir la vía más rápida y eficiente para dar cumplimiento a los objetivos climáticos y orientar nuestro sistema hacia la sostenibilidad. La electrificación del transporte y de la climatización de edificios minimiza el uso de combustibles y gracias al despliegue de eficiencia no provoca en el modelo Energía 3.0 un aumento significativo de la demanda de electricidad total.

La edificación inteligente

Sin embargo, lo interesante del modelo Energía 3.0 no es sólo el gran ahorro de energía que se logra con la eficiencia, sino cómo la aplicación de las soluciones inteligentes logra el mejor aprovechamiento de las energías renovables. En este modelo los edificios y los vehículos intercambian energía con el sistema eléctrico, con lo que se convierten en uno de los elementos principales de gestión de la demanda. De este modo se articula la participación directa de los usuarios en la operación y gestión del sistema eléctrico, ofreciendo servicios de gestión de la demanda y facilitando la integración de la electricidad 100% renovable.

El informe Energía 3.0 analiza cómo serán los edificios en los que habitemos, estudiemos, compremos o disfrutemos, siempre que se diseñen con criterios de eficiencia, inteligencia y energía renovable. La edificación inteligente consigue satisfacer las necesidades de confort de los usuarios, aplicando medidas de eficiencia que logran una gran reducción del consumo energético. Todas las demandas de energía se cubren con electricidad 100% renovable. Los edificios autoconsumen la energía que producen y el resto la intercambian con el sistema. De esta forma los consumidores participan en el mercado eléctrico ofreciendo su propia energía excedentaria, así como sus “negavatios” y servicios de gestión de la demanda.

Por ejemplo, subiendo o bajando de forma automática termostatos, en equipos de climatización y cámaras frigoríficas, sin afectar al confort ni a las prestaciones, se acumula energía en forma de calor/frío; así se puede desplazar el consumo de electricidad a otras horas para adaptarse mejor a la producción disponible 100% renovable.

Transporte inteligente

¿Y cuál sería la mejor forma de desplazarnos, según los análisis de Energía 3.0? Un sistema de transporte inteligente logra satisfacer los servicios de movilidad con una gran reducción del consumo de energía, gracias a la eficiencia de los vehículos y al alto grado de ocupación que se consigue. La mayor parte del transporte es eléctrico y los vehículos intercambian energía con la red.

Con este sistema, el transporte colectivo es mayoritario y dispone de vehículos eléctricos de distintos tamaños. El usuario contrata servicios de movilidad compartida, de forma más eficiente en tiempo, energía y coste que el uso particular de estos vehículos. Los vehículos colectivos eléctricos facilitan un mejor aprovechamiento de la infraestructura de transporte. Acercan en origen y destino a otros transportes colectivos como cercanías, trenes, autobuses o metro. La aplicación de las tecnologías inteligentes a este sector permitirá poner en marcha unos sistemas de movilidad ‘a la carta’ capaces de maximizar la ocupación de cada vehículo o favorecer su propiedad compartida. De este modo, cada coche vería modificado su uso hasta llegar a transformarse en un modo de transporte colectivo al estilo de minibuses de ocupación óptima.

La gran diferencia que aporta la eficiencia energética es que se necesita mucha menos energía para satisfacer los mismos servicios. Los escenarios desarrollados en Energía 3.0 permiten cuantificar esa diferencia. En su conjunto, el despliegue de medidas de eficiencia, la inteligencia y la integración del sector energético -de forma que los sectores comparten recursos e intercambian energía- conducirá a un ahorro del consumo de energía total de un 72% si se compara con la energía que se consumiría en 2050 en la España peninsular de seguir como hasta ahora. El consumo energético se reduce más de la mitad –-55%– si se compara con 2007.

Todo esto es factible, y se puede poner en marcha desde ahora mismo. No hace falta esperar, y de hecho, cuanto más rápida sea la transición mayores serán los beneficios. Lo que hace falta es un cambio de mentalidad, usar la inteligencia para cambiar el modelo energético. Porque como dijo Einstein, “si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”.©


José Luis García Ortega

Responsable del área de Investigación e Incidencias de Greenpeace España


 

 

Ecología y consumo responsable

Ecología y consumo responsable

El consumo como cultura, el imperio total de la mercancía, movimientos ecologistas en Europa y en España, ¿Para qué sirven las cumbres del medio ambiente?, la deuda ecológica con el planeta, son algunos de los puntos tratados en el monográfico sobre ecología y consumo responsable.


Ver revista Descargar Suscribirse

Artículos más leídos

La educación no es neutral

La educación no es neutral

Para transformar la sociedad es necesario formar sujetos críticos y creativos, y...

Consumo y ciudadanía

Consumo y ciudadanía

La ciudadanía no consiste únicamente en tener derechos, sino también...

Por qué nos duele la vida

Por qué nos duele la vida

Pocas experiencias humanas alcanzan tal grado de universalidad como el dolor. Su registro es tan...

Como lágrimas en la lluvia

Como lágrimas en la lluvia

Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de...

Desde mi teclado

Desde mi teclado

El 93% de los internautas españoles tienen una cuenta activa en al menos una red social....

  • La educación no es neutral

    La educación no es neutral

    Martes, 01 Marzo 2011 13:57
  • Consumo y ciudadanía

    Consumo y ciudadanía

    Martes, 01 Julio 2008 11:17
  • Por qué nos duele la vida

    Por qué nos duele la vida

    Sábado, 01 Septiembre 2012 13:07
  • Como lágrimas en la lluvia

    Como lágrimas en la lluvia

    Sábado, 01 Marzo 2014 13:54
  • Desde mi teclado

    Desde mi teclado

    Miércoles, 01 Mayo 2013 09:48

Redes Sociales

Newsletter

Suscríbase a nuestras newsletters para recibir nuestros últimos comunicados
eMail incorrecto