
Nuevas posibilidades comunicativas y formativas

El interés a nivel internacional por la reforma de los sistemas educativos, la búsqueda de nuevas maneras de concebir el currículo y los nuevos modos de entender los procesos de enseñanza y aprendizaje, han propiciado que el mundo educativo vuelva su mirada hacia nuevos enfoques y concepciones. Uno de los cambios más impactantes en los últimos años ha sido la incorporación en el currículum del concepto de competencia, auspiciada por organizaciones como la UNESCO y la OCDE. Ser competente en un ámbito de actividad o de práctica significa ser capaz de activar y utilizar los conocimientos relevantes para afrontar determinadas situaciones y problemas relacionados con dicho ámbito.
La sociedad de la información y del conocimiento
A comienzos del siglo XXI la mayoría de los países de la OCDE, entre ellos España, comenzaron a reformular su currículum escolar en torno al concepto de competencias. Al identificar y definir los aprendizajes curriculares en términos de competencias, hemos puesto el acento en la movilización articulada de diferentes tipos de conocimiento, y no en las características de las disciplinas, con todo lo que ello supone.
Desde la perspectiva antes mencionada, la sociedad de la información y del conocimiento plantea a la educación el reto de incorporar nuevas competencias, distintas de las tradicionales, claramente relacionadas con el desarrollo de la capacidad para aprender a lo largo de toda la vida. Dicho de otro modo, el problema no es ya la cantidad de información que los niños y niñas, jóvenes y adultos reciben, sino la calidad de la misma: la capacidad para entenderla, internalizarla, organizarla y transformarla en conocimiento; así como la capacidad de aplicarla a las diferentes situaciones y contextos en virtud de los valores e intenciones de los propios proyectos personales o sociales.
La formación de profesorado en TIC
En ese marco, el fenómeno de las redes sociales o comunidades virtuales ha tenido en los últimos años un desarrollo que ha ido en paralelo al avance de servicios y herramientas de la denominada Web 2.0. Las potencialidades educativas de las redes informáticas obligan a replantear muy seriamente la dimensión individual y colectiva de los procesos de enseñanza-aprendizaje, los ritmos o tiempos de aprendizaje, las nuevas formas de estructurar la información para la construcción de conocimiento, las tareas y competencias de los docentes y también de los estudiantes. En último término, estamos haciendo referencia a aspectos orientados a la innovación educativa. Sin embargo, no podemos olvidar que la tecnología en sí misma no supone una oferta pedagógica como tal, sino que su validez educativa estriba en el uso que los agentes educativos y las comunidades educativas hagan de ella. De ahí que la formación de profesorado en TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) se convierta en uno de los factores claves para su buen uso y utilización en los sistemas de formación tanto reglada como no reglada. Ello nos exige una seria reflexión sobre el papel que juegan estos nuevos recursos, favoreciendo la integración de lo local con lo global y que haga compatible la formación en los centros educativos con la constitución de redes temáticas especializadas que construyan y reconstruyan conocimientos y saberes interdisciplinares. Este potencial ha de canalizarse a través de la creación de modelos y formas de gestión pedagógica que permitan la explotación de las posibilidades interactivas de los espacios virtuales (De Pablos, 2009).
Optimizar nuevas posibilidades comunicativas y formativas
El modelo virtual de enseñanza puede constituirse, y en este sentido se ha insistido quizás en ocasiones de manera interesada, en fórmula útil para reducir costos y llegar a un número mayor de personas. Pero en realidad se trata más bien de optimizar nuevas posibilidades comunicativas y formativas. La atención más personalizada al estudiante implementando tutorías, reduciendo el tamaño de los grupos de clase, eliminando parte de las clases magistrales en la enseñanza, o incorporando otros procedimientos de acceso a la información, son alternativas viables.
Más específicamente, García Manzano (2007) señala que “La filosofía de las redes sociales se basa en el principio de comunidad abierta y no jerarquizada, que vincula a los usuarios mediante un tema o actividad común y una plataforma web (software social) que permite operar de manera sencilla e intuitiva”. En cuanto a las posibles modalidades de redes docentes cabe diferenciar entre las corporativas o tuteladas por instituciones públicas o privadas, y las redes autogestionadas (Area, 2008). A modo de ejemplo, podemos citar entre las primeras:
http://www.unesco.cl/kipus/ Red Docente de América Latina y el Caribe, impulsada por la UNESCO.
http://www.educared.net/ Red financiada por la Fundación Telefónica. Tiene varias versiones o portales específicos para distintos países latinoamericanos.
http://www.ite.educacion.es/ Portal docente desarrollado e impulsado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España,
En cuanto a las redes autogestionadas por el profesorado, sin patrocinio o dependencia de grupos empresariales o gubernamentales, cabe aludir a propuestas como:
http://internetaula.ning.com Red social creada en España. Es una de las comunidades educativas en español con mayor actividad social.
http://educacionyntics.ning.com/ Red social docente impulsada desde Argentina.
http://redtecnologiaeducativa.ning.com. Red creada para los formadores e investigadores latinoamericanos interesados en el uso pedagógico de las TIC. Está vinculada a la Red Universitaria de Tecnología Educativa:
http://www.rute.edu.es
http://www.aulablog.com/ Proyecto impulsado por un grupo de profesores interesados en promover el uso de las TIC en la educación, especialmente mediante los diarios o blogs.
En síntesis, las actuales tecnologías de la comunicación representan, bajo formulaciones como las anteriormente citadas, una oportunidad de cambio en las formas y procedimientos de interacción social y de acceso a la información. La actividad docente está en la base de esas prácticas, ya que lo que se persigue en último término es la socialización del conocimiento. Los cambios en la interactividad comunicativa que propician estas tecnologías nos remiten a una “revolución de la cultura docente”. Estamos hablando, por tanto, de una revisión de la lógica de los procesos de gestión del conocimiento, que ahora es replanteada, lo que implica, a su vez, actualizar la política de formación y algunas de las funciones de los profesionales implicados en estos procesos.©
REFERENCIAS
AREA, M. (2008). Las redes sociales en Internet como espacios para la formación del profesorado. Razón y Palabra, Vol. 13, nº. 63. Disponible en: http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=199520798005
DE PABLOS, J. (Coord.) (2009). Tecnología Educativa. La formación del profesorado en la era de Internet. Ediciones. Aljibe, Málaga.
GARCÍA MANZANO, A. (2007). Presentaciones on line y redes sociales. Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa. Disponible en: http://observatorio.cnice.mec.es/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=554
Juan de Pablos Pons

Hacía dónde va la educación
Número que analiza el estado de nuestro sistema educativo actual, así como abre una serie de interrogantes en torno a la metodología, los retos de los nuevos educadores, los nuevos entornos y tecnologías, el éxito en el aprendizaje, formación y retos del profesor del futuro, entre otros.
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